¿Por qué ya no escucho Sentido contrario, de Marcelino Perelló?
Su programa de radio, Sentido contrario, transmitido por Radio UNAM, empezó en septiembre u octubre de 2001 (las fechas exactas ahora se guglean, pero me da flojera hacerlo). Casi desde entonces lo vengo escuchando hasta la fecha con regularidad, pero en los últimos dos años cada vez menos y menos. Entre 2001 y 2012 han pasado muchas cosas en este país y en el panorama internacional. Por citar casos, las invasiones a Afganistán e Irak, el agitado 2006 mexicano (Oaxaca, las elecciones, Atenco, etc.), muertes de políticos y personalidades diversas, la victoria de Obama, el actual proceso electoral mexicano, elecciones en el mundo, mundiales de fut, la crisis de 2008-2009, etc. Marcelino ha abordado algunos de estos temas desde su particular estilo, caracterizado por usar fuertes groserías (dicen los ofendidos) al mismo tiempo que eufemismos y conceptos de altura (cosa más o menos corriente entre la comunidad académica, por cierto -el detalle es que él tiene un micrófono al aire). Políticamente él mismo se define como anarquista revolucionario, según su interpretación de estos dos conceptos.
Marcelino es conocido en la comunidad intelectual y de los medios de comunicación del país por haber sido dirigente estudiantil en 1968. Al mismo tiempo, siempre le han criticado que haya salido corriendo del país de incógnito en una silla de ruedas con un yeso falso. Con este antecedente, se supone que es crítico, contestatario, antisistémico y rebelde; sin embargo, sus posturas ante casos como Atenco, las mujeres violadas en este suceso, las protestas de Oaxaca en 2006, los fraudes electorales mexicanos recientes, los supuestos accidentes en los que han muerto personajes clave como dos secretarios de gobernación panistas, las protestas contra el desafuero de López Obrador, la violencia generalizada, etc., difieren mucho de alguien que se presume revolucionario anarquista.
Coincido con su esceptisicmo, con su cautela a no tragarnos todo a la primera ni ver confabulaciones por todos lados de manera sistemática. Pero muchas opiniones suyas en temas sensibles, como en el caso de Atenco, son más cercanas a las de los viejos dinosaurios a los cuales se supone que es opuesto. Su programa es variopinto, un tanto informal y no tiene la obligación de nada con nadie. Eso se entiende y se tolera que haya una posturas un tanto fáciles y desparpajadas, pero para él todo lo que haga la izquierda institucionalizada en partidos, está mal (coincido), salvo cuando se trata de viejos conocidos suyos (Cárdenas, Morín, etc.). Los movimientos ciudadanos que han salido a las calles en los últimos años, también son parte de la enorme lista de acarreados del pejismo, según él. Si en 1968 él hubiera tenido la edad que tiene ahora, seguro el movimiento estudiantil sería para él obra de alguna infiltración comunista. No sé si se trate de un asunto de edad. Tal vez no del todo. Pero hoy, creo que en ideas, posturas y opiniones, está muy, muy lejos del anarquista revolucionario que presume ser.
Duré tantos años escuchando su programa por una simpatía que prendió en un momento clave. Cuando lo vi por primera vez, por ahí de 1996 0 1997, él coordinaba o participaba en el cineclub de la Facultad de Ciencias de la UNAM. Me tocó ver que presentara dos películas que, para decirlo de manera cursi y trillada, me marcaron: Saló o los 120 días de Sodoma, de Pasolini y El Topo, de Jodorowsky. Las presentó con anécdotas, opiniones y críticas. Me enganché a ese cine y sus comentarios, en otras proyecciones, me parecieron muy documentados, sólidos y salpicados con una soltura procaz muy amena. Esa manera de abordar temas desde una amplia y variada cultura general, la escuché en su programa de radio años después. De ahí que por una especie de lealtad o simpatía cultural, seguí el hilo por tanto tiempo. Pero ya he escuchado muchas posturas con las que difiero abiertamente.
Dos, por caso:
- Las mujeres violadas en Atenco durante el traslado del sitio a los lugares de tención en el DF, inventaron que fueron violadas porque tenían un trauma de amor frustrado hacia su padre.
- El regreso del PRI no tiene tacha. La gente votó limpiamente y cualquier opinión contraria, es imaginación del alucinado peje y toda la caterva que le sigue, incluidos los movimientos estudiantil y ciudadano.
No soy pejista. Tampoco veo complots por todas partes, pero ya tengo mucho para diferir con Marcelino. Me quedo ya con el recuerdo y ahí dejo el asunto. Un radio escucha menos no es nada. Afortunadamente, tiene muchísimos salmones leales.
¿En qué horario lo transmiten?
martes, 10.30 a 11.30, 860 de am en la ciudad de méxico o en radiounam AM en internet con el mismo horario en http://www.radiounam.unam.mx
Saludos !
durante años escuche el programa, soy el radioescuccha de chiapas, talvez te acuerdas de mí; desde 2006 dejé de esscuchar el programa por las mismas razones que tu dices. mi correo es ultimosmarxistas@gmail.com, quiero preguntarte sobre varios radioescuchas.
Yo empecé hace poco a escucharlo y en general me gusta y no me preocupa que critique a la izquierda y al Peje, lo que me preocupa es que no critique al PRI y a Peña. O por lo menos no cuando lo he podido escuchar
Samuel, a mí tampoco me molesta eso. Me molestó que muchas veces se cagara en el esebre y dijera que no, que no lo estaba haciendo. 10 años de escucharlo me dejó varios ejemplos
Para mi el tal Marcelino es un sujeto con muchas frustraciones: se siente catalán y vive en México mamando del presupuesto federal en la unam, su padre fue guerrillero, exalta a los guerrilleros y el no lo fue, odia a los españoles y de allá viene. No critica al sistema en el poder para mantenerse seguro en su chamba y critica a los que no pueden defenderse con un micrófono como el peje. Tiene claroscuros
En tus lineas esta la mejor definicion del tal Marcelino. Ni mas ni menos. Recuerdo que en una ocasion, cuando gano Obama la eleccion del pais gringo por primera vez, el tal se la paso diciendo Obama como 500 veces pausando como 3 segundos entre cada una, alanandolo como si fuera la llegada del bendito (le tomo mas de mendia hora hacer eso). Solo me espere para saber en que momento dejaba de hacerlo. Pobre de el (por su ingenuidad) y de mi por mi curiosidad convertina en masoquismo auditivo. No se ovide que otro de sus amigos se apellida Rascon y fue diputado y fiel seguidor de C. Cardenas Solorzano.
Ese tal Perello, sólo es necesario escucharlo, para saber que se rodea de tarugos que lo eleven a calidad de «intelectual». Quien puede creer en ese tipo? Es un tipo que impresiona tontos y nada más.
Aunque no compartía su postura política la mayoría de las veces. Gracias al equipo de Sentido Contrario liderado por Marcelino Perelló, disfruté muchos programas con una selección musical atesorable y deliciosa. La rúbrica del programa con chelo era buenísima. Un día hasta me gané una cena en el Allende. Tiene tiempo que no lo escucho porque estoy fuera de la ciudad.
N’ombre, si yo era su re fan, vaya q pasé buenos momentos con el programa. Y al Marcelino lo tengo en estima, pero suelta cada opinión, que hace levantar la cejas. Aunque al final, tomando distancia… quién tiene la razón?
Saludos, te acabo de descubrir, precisamente bucando algunas respuestas sobre Marcelino y su programa: ¿por qué se redujo el horario? ¿por qué ya no está el Sr, Platas? ¿quién es ese enemigo suyo que tanto lo insultaba en llamadas y por qué?
Dejé de escucharlo por algún tiempo y cuando regresé así es la cosa: un Marcelino en un monólogo recortado, aunque todavía con excelente selección musical, de voz cansada, sin la chispa de antes, cuando llegaba alzando flama, con mucha energía (a veces me daba la impresión que llegaba con algunas copas al programa), con ganas de no callarse nunca y muy buenas puntadas, dejando siempre mucho del tema en el tintero. Creo que estuvo enfermo y dejó el programa un buen rato, eso no lo sé, porque fué cuando dejé de escucharlo. Es maestro aún en la Universidad y escribe para Excelsior ¿cierto?
Me agradó tu texto por lo objetivo y por lo empático, creeme que es un camino muy paralelo el que yo pasé: el cineclub, la admiración y simpatía y luego la diferencia de opiniones con él; mi sentir y mi pensar están muy de acuerdo contigo, me hiciste recordar los ayeres ¡qué buenos tiempos!
Te saludo y si sabes algo que me despeje las dudas, te lo voy a agradecer.
Jozev.
Hola, Jozev. como con las/los ex, pensé que me costaría trabajo cumplir mi promesa de no volver a escucharlo, pero de veras que lo he hecho; supongo q sigue escribiendo en el Excélsior y me entero de que sigue el programa por lo que comentas. Más datos, no tengo, pero cualquier martes de estos seguro pasaré por el dial y me quedaré a escuchar un rato al viejo Perelló. Ya te diré. Salud…
Qué bueno que encontré esta crítica. En cuanto a Marcelino el colmo fue cuando, ante la victoria de Barack Obama, el distinguido «Revolucionario anarquista» abrió su programa con el ridículo grito: «Obamaaaa». Válgame…
Escucho el programa por que me da a conocer algunos temas interesantes pero cuando habla de politica me molesta tanto como si estuvira escuchando a Martínez Serrano y a la mayoría de su séquito agachon y reacciónario. Es vergonzoso que una persona que según el, tenía ideas de cambio revolucionario, hable tan mal de lideres como López Obrador que si bien no son lo óptimo si han ayudado a paliar un poco la miseria de tanto viejo desamparado ,y que
además tratan de luchar contra la bola de desvergonzados rateros vende patrias.Tal ves los del sistema le llegaron al precio
Me huelen a URSS bolcheviques.
Nunca han escuchado a Marcelino con atención o es que sus cualidades no les da para mirar más allá de lo que ven sus ojos. Harto risibles tanto el texto como los comentarios.
Creo que lo escuché con demasiada atención por 10 largos años. El hombre no me cae mal, hasta me gusta, en el sentido fraterno y nada sexoso, pero difiero ampliamente de sus posturas. Qué bien que despertamos hilaridad… es bueno para la salud. Salud!
Opino lo mismo que tú y la mayoria, cuando había decidido dejar de escucharlo lo busco en la frecuencia mencionada y ¡oh sorpresa! no está. de todas formas ya no pienso escucharlo.
Perelló creyó ser «encantador de serpientes^» Es un anciano desdibujado por si mismo. Abandonó lo que creyó ser una postura política definida. Pero al fin y al cabo tiene venas españolas. No entiende lo que es la Solidaridad hacia los marginados. Habla creyendo saberlo todo. Es tan parecido su aspecto físico con su entonado Vocabulario. Su rechazo hacia las mujeres es síntomático. Demuestra lo infeliz que ha sido su vida sentimental. con su Arte en la Patanería.
.Acaso es reflejo del inrtelecto universitario? Creo que no. Le preocupa mucho cuidar las migajas que se le ofrecen..
Triste por que lo que nos hace falta son críticos de verdad. Quiza como lo era Saldaña.
Gracias por haber abierto esta páginas de comentarios
taradito a la verga,escucchen a lopez doriga
Yo he escuchado pocas veces Sentido Contrario pero de Marcelino estoy mas o menos bien informada, sin embargo no puedo asegurar ni negar nada de lo que ustedes han dicho; quizas aún soy muy jóven pero yo opino que no se puede juzgar a una persona sin conocerla, y algunos comentarios sí son muy…duros, por decirlo de un modo suave.
Aunque, si hay que ser sincera les diré que tienen razón en eso de que Perelló tiene unas opiniones que, como muchos dijeron, te hacen levantar las cejas (se los dice una niña criada en una familia netamente de izquierdas) si pensamos que él se define como un «revolucionario anarquista». De todas maneras me gustaria saber un poco más de él, digo si alguien de aquí puede ayudarme se lo agradeceria, acepto lo que sea: vivencias personales, radiofonicas y lo que sea, es para un trabajo que estoy realizando.
Muy buen post y un saludo.
Justo ahora lo escucho hablando tonterías en contra de los maestros de la CNTE. Ni los zopencos loros de Radio RED dicen esas tonterías.
También lo he escuchado hacer comentarios misóginos que soportan fehacientemente el que digamos que no hay nada más parecido a un macho de derecha que uno de izquierda.
En otra ocasión llegó borrachísimo a decir puras groserías y aberraciones propias de un derechoso.
Otra vez se la pasó hablando guarrísimamente sobre sexo y condones. Asqueroso lo que decía.
Este alcohólico pseudoanarquista es igualito al Pablo Gómez y al Luis González de Alba… pena de los líderes del 68.
No lo he escuchado mucho, pero al igual que tú, creo que es la última vez que le pongo a Radio UNAM los martes por la noche.
Es que parece que en lo que él no participa o con lo que no simpatiza, sistemáticamente está mal.
Ante esa postura rígida, no hay más que alegar.
Luis López. lo escuche mucho y me divertían sus mordaces comentarios; pero ahora le pasó como decía en una vieja novela gringa barata de un libro del selecciones del reader´s digest «es lo q les pasa a los herederos de los revolucionarios bolcheviques: se llenan de sebo, tanto de la barriga como del cerebro»
Y si, hoy 7/04/17 en radio unam cancelaron su programa por comentar acerca de un caso de violación, argumentando estupidamente que si a una niña le meten 2 dedos en la vágina no es violación. Complementa diciendo: «Si no hay verga de por medio no es violación». Pues que le metan dos dedos en el culo a este tipo a la fuerza, al fin que no es violación y no hay pene de por medio.
Yo también llegué por este hecho. Pff si también dice que las mujeres violadas de Atenco lo inventaron, ya no puedo pensar en este sujeto más que como misógino, de esos que «ni se dan cuenta».
Apesta el idiota
Marcelino es un divertido provocador
Aquí se leen muchos comentarios estúpidos propios de mentes cortas y autocomplacientes. Dan risa.
Como hermosos cuinos espero se regocijen en sus propias creencias.
Hola ¿tienes mayor referencia sobre el programa en el que Perelló se refirió a las mujeres de Atenco?
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