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Archive for agosto 2007

>Hace 20 años_2

>Otras fotos del recuerdo


Tan calladito q se ve aqí este cabrón…hasta pelo todavía se le ve


Los tiempos del osito panda… q hueva


Lola la trailera


Chales… creo q en aquellos jalowines todos queríamos salir de Maicol

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>Comprar en el super

>Cada vez es mayor el número de personas que considera casi o de plano imposible comprar lo que llamamos la despensa (o el super, dicen) en otro lugar que no sean las grandes tiendas de cadena. El principal argumento es que ahí está todo junto y que es más barato. Muchas veces las personas que sostienen esto, mantienen posturas críticas ante el avance del sistema económico depredador. Ponen como elección lógica el menor precio, independientemente de que la tienda en cuestión practique como norma abusos sobre sus trabajadores. Están en total desacuerdo con que se maltrate y explote laboral o personalmente a la gente, pero siguen comprando ahí; dicen que contra su voluntad, que están enterados y conscientes de que la tienda es voraz e injusta, pero…es que da más barato.

Una chica de Inglaterra observaba lo mismo, que la gente se queja de Estados Unidos, y sus políticas, y su actitud hacia nuestro país, los paisanos del norte, etc., y que consume enormes cantidades de cosas de marca gringa. Le parece una incongruencia que la gente le compre al “enemigo”. Dice que por qué no consumimos cosas hechas en México. La realidad es que, comparativamente, no las hay, no figuran, y si sí, las más de las veces son más caras. El dilema queda resumido en la frase “comprar justo no es barato”.

En una tienda de productos caseros en Coyoacán, por ejemplo, una mermelada cuesta unos 40 pesos; la misma cantidad de mermelada en McCormick o similar, cuesta la mitad o menos. Cualitativamente no son lo mismo, pero el factor cuantitativo y económico son los determinantes para la mayoría de los consumidores.

Los jabones Foca, Roma y Blanca Nieves los hace La Corona, fábrica que todavía se mantiene frente al monopolio Procter & Gamble. Pero no huelen bonito como los Arieles, y no salen en la tele.

La avena suelta que venden en el mercado se hace en tres minutos en leche caliente. Es un desayuno fabuloso con miel; aguanta uno toda la mañana hasta la comida y nutre machín. Quaker instant compró la avena en bote 3minutos, le puso la cara del quákero convulsivo y el bote ahora se ve más “padre” y tiene una cara familiar para el público, como de Benji Franklyn cool disneycializado. Se hace en los mismos tres minutos, pero ahora “enriquecida”, megasupertruper vitaminada y con sabores “padres”, no pinche insípida como la simple avena “chafa” del mercadito.

Hay cosas que ni con lupa:
¿Alguien conoce una pasta de dientes que no sea de Colgate-Palmolive y se consiga fácil en alguna farmacia?; ¿aguien conoce un pan de caja o tostado que no sea Bimbo y se consiga fácilmente en una tienda?

Hay cosas que casi nadie escoge por caras: en muchas tiendas venden botanitas caseras, entre ellas cacahuates, que cuestan lo menos 6 varos. Los hipercontrachidos hot nuts, con chilito picosito guau, cuestan tres pesitos. El tallercito que manufactura los cacahuates, pepitas, nueces de la india, etc., caseros, no puede competir contra el monopolio Bimbo-Coca-Pepsi y sus precios “competitivos” y cobertura masiva.

>Hace 20 años

>Unas portadas de la chayotera revista Impacto. Ai’ a ver quién se acuerda

Cómica mágica musical

Sin violín

Para esos pumitas de corazón (qué hueeeva)

Revista zalamera, pero buenas portada (portadotas ; >) como ésta de la Chichis chacón

>próximo tokín, cáiganle. El Alicia, 25 ags., 8pm

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>Más envolturas y basura

>Ya en este espacio me he referido a los envases contaminantes y sus irreversibles consecuencias para el ambiente. La afición de las personas a las envolturas continúa y en aumento.
He vivido algunas situaciones, en las que las envolturas alcanzan niveles absurdos. Ejemplo: descubro unos tacos sabrositos en la esquina de la casa. Llego con hambre en la noche y voy por unos de cabeza; me los sirve en un plato de plástico envuelto en una bolsa de polipapel. Me los acabé y pensé: no vuelvo a venir a estos tacos, están sabrosos, pero no voy a contribuir a estas prácticas modernas absurdas de dar d comer sobre una triste bolsa de plástico. Si le digo q no me los dé encima de una bolsa, se va a ofender, como me ha sucedido en otras ocasiones en otros lugares. Mejor ya no vengo y punto. Otro día se me volvieron a antojar, y fui a pedir unos para llevar y llevé mi traste de vidrio para q ahí me los echara. La muchacha me puso una cara como de este wey qué pedo, pinche payaso.
La disyuntiva está en que al ponerle bolsita al plato, no gasta agua, pero ¿qué es peor, producir basura con una bolsita o gastar una bandeja de agua en lavar un plato?

El domingo pasado voy a comprar un pescadito a la marisquería. La botella de salsa está tapada, la agito y no le sale. Le digo al ñor, présteme un tenedor o un palillo, por fa, que no le sale la salsa. Sí joven, y me da un palillo ¡envuelto en una bolsita, un palillo empaquetado! ¡Válgame! Un palillo empaquetado en su profiláctica bolsita sellada al vacío. ¿Para qué? ¿Qué objeto tiene empaquetar un individual palillo? ¡Cuántos palillos vienen en la cajita, y cuántas bolsitas inútiles envolviendo a cada uno de ellos? No sé cuántos siglos tengan de existir los palillos, pero seguro jamás había visto nadie la necesidad de meterlos, cada uno, cada pequeño cuerpito de palillo, en una bolsita sellada para cumplir un absurdo capricho antiséptico, fútil por donde se le vea. Lo dejé. Le pegué con huevos a la botella y la salsa bañó el pescadito.

Supongo que la gente asocia una bolsa con la higiene: extraña paradoja. Me ha tocado llegar a fondas en las que los cubiertos los dan en una bolsa y las tortillas también. Compré un tamal oaxaqueño en Isla Mujeres a diez pesos, barato, y el señor daba charola de unicel para un simple tamal. Le dije que no, que el papel de estraza era suficiente; no dijo nada. El otro día, en un puesto d jugos, el hombre, por fin, servía el jugo, “para tomar aquí”, en un vaso de vidrio largo, como en los viejos tiempos. En esta misma isla, hay pizzerías de italianos que sirven la rebanada en plato de cartón; si la pides para ir comiendo, te la dan en un papel, un simple papel.

Con unas alumnas asiáticas que tengo, compruebo que la cosa es cultural. Ellas dicen que allá en Korea, en el súper, te dan sólo bolsa de papel, y la de plástico te la cobran, y no barato, a diferencia de los de aquí, que hasta para el recibo del teléfono que estás pagando te quieren dar una bolsa de plástico. Para todo dan plástico. Coño, hasta los billetes son ya de plástico, y los idiotas de Hacienda o de no sé qué dependencia gastan millonadas en conminar al pueblo a que no maltrate los billetes. ¿Habrá más estupidez que pedir que se cuiden los billetes? ¿En qué están pensando esos infames oligofrénicos? En Europa te avientan el dinero, el cambio, como lo más natural. Das un billete arrugado y nadie lo pela. Aquí das un billete d a doscientos y le miran hasta la pupila a la Sor Juana.

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Broken Penguins

Saving broken Penguins, one page at a time.